lunes, 20 de junio de 2011

Energía Mareomotriz

Energía de las olas y de las mareas
: La fuerza del mar

Los avances tecnológicos abren la puerta a una energía lastrada por su alto coste

Puede que alguna vez haya pensado, al encontrarse en la playa o en un barco y sentir el fuerte empuje de las olas o de las mareas, si se podría aprovechar toda esa fuerza para producir electricidad, de la misma manera que lo hacemos con otros elementos de la naturaleza. Lo cierto es que la idea no es nueva: la primera patente de energía de las olas se realizó en Francia en 1799, si bien no fue hasta principios de los años 70 del pasado siglo cuando surgieron proyectos financiados por empresas y gobiernos como los de Japón y Reino Unido. Sin embargo, el lento desarrollo de la tecnología y los enormes costes fueron paralizando unos proyectos que han resurgido en los últimos cinco años. Cada vez más gobiernos y empresas invierten en este tipo de energía, concienciados de que las energías renovables pueden ser de gran ayuda para evitar los problemas de contaminación y escasez de recursos energéticos, y apoyados por los avances tecnológicos.

Métodos diversos
Países como India, China, Japón o Estados Unidos están desarrollando diversos sistemas y plantas de producción energética. La Unión Europea, donde el océano Atlántico, el mar del Norte y las aguas que bañan los países escandinavos poseen unas condiciones idóneas, está también liderando este tipo de proyectos. De hecho, la isla escocesa de Islay cuenta con la primera turbina europea que trabaja con el movimiento de las olas, que genera energía para unas 400 casas.

Respecto a la energía de las mareas, ésta se transforma en electricidad en las denominadas centrales mareomotrices, que funcionan como un embalse tradicional de río. El depósito se llena con la marea y el agua se retiene hasta la bajamar para ser liberada después a través de una red de conductos estrechos, que aumentan la presión, hasta las turbinas que generan la electricidad. Sin embargo, su alto costo de mantenimiento frena su proliferación.



Métodos diversos
Países como India, China, Japón o Estados Unidos están desarrollando diversos sistemas y plantas de producción energética. La Unión Europea, donde el océano Atlántico, el mar del Norte y las aguas que bañan los países escandinavos poseen unas condiciones idóneas, está también liderando este tipo de proyectos. De hecho, la isla escocesa de Islay cuenta con la primera turbina europea que trabaja con el movimiento de las olas, que genera energía para unas 400 casas.
Respecto a la energía de las mareas, ésta se transforma en electricidad en las denominadas centrales mareomotrices, que funcionan como un embalse tradicional de río. El depósito se llena con la marea y el agua se retiene hasta la bajamar para ser liberada después a través de una red de conductos estrechos, que aumentan la presión, hasta las turbinas que generan la electricidad. Sin embargo, su alto costo de mantenimiento frena su proliferación.
Obstáculos para su expansión
A pesar de estos esperanzadores proyectos, la energía proveniente del mar está lejos de ser una realidad generalizada. La red WaveNet, creada por la Comisión Europea en el año 2000 y compuesta por académicos, industrias y centros de investigación de varios países europeos, publicaba un estudio en el que explicaba que el desconocimiento de los ciudadanos es una de las trabas que impide su desarrollo. Asimismo, el informe detallaba algunas consecuencias negativas que podrían originarse en la producción energética de este tipo, como el ruido, el riesgo de colisión con barcos, el impacto visual y posibles cambios en la estructura de los sedimentos del agua. Por ello, destacaba la necesidad de continuar las investigaciones en este ámbito para lograr que estas tecnologías resulten más competitivas.

El mar, fuente inagotable de energía
A pesar de llamarse "Tierra", nuestro planeta está cubierto por un 75 por ciento de agua. Las mareas están causadas por el juego de atracciones gravitacionales entre la Tierra, la Luna y el Sol, mientras que las olas se originan por la fuerza del viento. Para extraer energía del mar existen diferentes procedimientos. Además de la energía de las olas y de las mareas, que son las principales, también se puede aprovechar la energía térmica oceánica y la energía de las corrientes, que cuentan con desarrollos tecnológicos para su aprovechamiento en diferentes grados de madurez.

Energía maremotriz
Las mareas y las olas producen fuerzas que pueden utilizarse para la generación de energía eléctrica.

Central maremotriz
El lugar ideal para instalar un central maremotriz es un estuario, una bahía o una ría donde el agua de mar penetre.

La construcción de una central maremotriz es sólo posible en lugares con una diferencia de al menos 5 metros entre la marea alta y la baja.

El agua, al pasar por el canal de carga hacia el mar, acciona la helice de la turbina y ésta, al girar, mueve un generador que produce electricidad.

Cómo funciona
Cuando la marea sube, las compuertas del dique se abren y el agua ingresa en el embalse.

Al llegar el nivel del agua del embalse a su punto máximo se cierran las compuertas.

Durante la bajamar el nivel del mar desciende por debajo del nivel del embalse.

Cuando la diferencia entre el nivel del embalse y del mar alcanza su máxima amplitud, se abren las compuertas dejando pasar el agua por las turbinas.
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